ANEXO XV

No admite duda, ni receio, la clase del actual aceite)

La introducción de las mezclas obedece a la insuficiência da la cosecha

Con un determinado porcentaje de aceite de oliva en el de

semillas, se obtiene una composiciòn con valor semejante ó parecido a la propia natureza de nuestra grasa.

Las importaciones hechas de Norteamerica son garantia del buen producto

Pregunta al ama de casa:

Como os la mezcla hecha

Por lo tanto, a la cocina se le ha prestado una buena defensa. Y el paladar e incluso el organismo no habrán de experimentar demasiada extrañeza con el cambio. Los aceites importados de Estados Unidos para incorporados al de oliva, formou un compuesto homogéneo, fluido, fino, transparente y eminentemente comestible. Puede desecharse todo temor y escrúpulo. La combinación llega a confundires con nuestra propia grasa. Apenas sí se la diferencia. Y en las ensaiadas, en crudo, como en los guisos y fritos, no se notaría la mezcla si no se llevara por delante el prejuicio de quererla considerar muy inferior. En una palabra, rechazarla sistemáticamente. Los aceites de semillas, de algodón y de soja, se usan en la oocina de Norteamérica como en la de Argentina las de girasol, tan conocidas aquí, tostadas, por pipas. Además, estos aceites, sometidos a un proceso industrial adelantadísimo, salen sin la menor graduación de acidez. Son purísimos. Y en los Estados Unidos, donde las regias de higiene mantienen con rigurosa severidad la defensa de la salud pública, permiten mostrar una absoluta confianza con respecto a estas producciones destinadas a la alimentación humana.

Identificación difícil

Deséphese, pues, toda duda o inquietud, desde luego infundada, acerca de la, para nosotros, nueva grasa. Su bondad destruye cualquier malévola suposición. Cumple en la cocina su misión perfeitamente. Y aleja receios y suspicacias nacidas por la falta de costumbre de utilizaria. El aceite español de la actual campana se viene obteniendo, aún los de primera presión, es decir, los eminentemente puros, con su tara ácida. Y si es los sucesivos de segunda preción, se gravan considerablemente de ese factor inconveniente. Luego, la mezcla introducida en proporciones determinadas de aceite de algodón o de soja en el oliva, ha servido para neutralizar la acidez de este último formando un conjunto semejante o parecido con la misma naturaleza del nuestro. Si no se estuviera demasiado prevenido, la identificación seria difícil. El pasado ano se estuvo consumiendo en casi toda España, desde abril, la misma mezcla, sin producirse ninguna queja.

Déficits de las cosechas

No se va a negar la excelente calidad de nuestro aceite de oliva. Se iucurriría en error el no reconocerlo así. Más causas ajenas a la voluntad humana, la adversidad meteorológica han influído para tomar las medidas cuya puesta en marcha asegura fielmente el abastecimiento normal del mercado de aceites. Con los doscientos setenta millones de kilos de la cosecha presente se abría una desnivelación de ciento veinte millones de kilos! para cubrir las atenciones comentes. El total de las exigências anuales para llenar este capítulo se cifran en trescientos noventa millones de kilos. Salvo la campaña 1951-1952, cerrada con quinientos cuarenta millones de kilos, una gloria de producción!, las sucesivas, hasta la de ahora, cuatro cosechas, se han liquidado con déficit. Y han faltado en su conjunto una suma de trescientos cinquenta y ocho millones de kilos. Mientras hubo reservas y almacenamientos, se fué conjurando la desventaja. Y se salió facilmente adelante. Sin embargo, la situación tendio a empeorar a causa de las sequías y las copiosas plagas em el olivar. Como oonsecuencia, para hacer frente a estas imprevistas y inevitables contingencias hubo de acudirse al recurso de la importación. Con ella se han resuelto las inquietudes presentes y futuras, abasteciéndose el hogar espanol con segura normalidad.

Unos curiosos antecedentes

Y ahora ocurre lo lógico y lo natural. No se tiene hábito de estas mezclas y el consumo se vê sorprendido con la sustitución. En los tiempos anteriores al ano 1926 se empleó el aceite de cacahuete. Hubo las inevitables lamentaciones. Y poço después, todo el mundo en paz. Y aún más. Al normalizarse nuestra producción aceitera se pedía la continuación de la otra grasa. A propósito de cuanto vá expuesto, recientemente, en una población andaluza, a la cual todavia no se le había dado el actual combinado, se levantaban quejas sobre su mala calidad. El color del aceite aparecia verde oscuro. Muy turbio y desagradable al paladar. La investigación dió por resultado descubrir una desaprensiva codicia comercial. Así, pues, las amas de cada, al hacer su aprovisionamiento deben llevar botellas de vidrio blanco. Con esta medida pueden comprobar facilmente el tono dorado de este aceite, así como su transparencia, producto de una filtración concienzuda.

ANEXO XVI

Está segurado el abastecimiento de aceite

Las importaciones que se reallizan son de aceites de primera callidad

Recibimos la siguiente nota de la Comisaría General de Abastecimientos y Transportes:

Para disipar definitivamente cualquier error o desorientación del público respecto al futuro abas-